Los mantos o capas filtrantes están compuestos por materiales de distinta granulometría, diseñados para colocarse de manera ordenada dentro de tanques o filtros. Su función principal es retener y eliminar impurezas físicas presentes en el agua, garantizando una filtración eficiente y una mejor calidad del líquido tratado. Gracias a su disposición estratégica, optimizan el proceso de purificación, prolongando la vida útil del sistema de filtrado y mejorando su rendimiento en aplicaciones residenciales, comerciales e industriales.